Karlsruhe
Karlsruhe fue fundada hace unos 300 años por el margrave Karl-Wilhelm von Baden. Según la leyenda, una noche soñó con una ciudad construida con forma de estrella. Así nació la idea del “abanico”.
La punta del abanico, el Palacio Barroco de Karlsruhe, se convirtió en el centro de la ciudad. Hoy en día, a través de las 32 calles que parten desde el palacio de forma radial, se llega a todos los lugares de interés de Karlsruhe. El Palacio de Karlsruhe, antigua residencia de los principes badenses, ya fascinó a Voltaire, Goethe y Napoleon.
Al agradable clima del sur de Alemania, se unen el estilo de vida, las delicias culinarias y el incomparable ambiente de sus más de 800 hectáreas de parques y zonas verdes.
Desde hace más de 50 años, Karlsruhe representa simbólicamente la “residencia del Derecho” en la moderna y democrática Alemania. Aquí se encuentran las más altas instituciones jurídicas alemanas: el Tribunal Constitucional de la República Federal, el Tribunal Supremo Federal y la Abogacía General Federal.