La Selva Negra, con su prístina naturaleza, sus arraigadas tradiciones, sus deliciosas especialidades y un saludable clima, atrae a quienes les gusta descubrir y disfrutar. Las vacaciones aquí son muy variopintas: bosques, ríos y lagos, desfiladeros, cascadas, praderas... A la intacta naturaleza se une la cultura y el folclore tradicional, y un curativo clima, del que se puede disfrutar en numerosos balnearios.