Los Montes Suabos
Los Montes Suabos ofrecen numerosas actividades culturales y de ocio, y consiguen el bienestar de sus huéspedes con sus especialidades gastronómicas y su oferta de vacaciones de salud. Hacer senderismo, explorar molinos, conquistar fabulosos palacios, descubrir la cuna de la humanidad, disfrutar de productos regionales: las vacaciones en los Montes Suabos, también llamados “Jura de Suabia”, ofrecen mucha variedad.
La desafiante naturaleza de los Montes de Suabia
El “Área de la Biosfera de los Montes Suabos” posibilita que se pueda disfrutar de la desafiante naturaleza de esta agreste región. Más de 2.000 cuevas, como la Cueva de los Osos “Bärenhöhle”, nos transportan a un viaje a tiempos pasados en el Parque Geológico del sistema montañoso de Suabia. La excepcional naturaleza del Parque Natural del Alto Danubio se puede admirar en una ruta de senderismo de 13.000 km. de longitud. En los Montes Suabos se encuentran las obras de arte más antiguas de la humanidad: las cuevas con el arte más antiguo de la era glaciar, que fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 2017.
Los Montes Suabos es una de las regiones de Alemania más ricas en palacios y castillos: desde el impresionante Castillo Hohenzollern, pasando por el romántico Palacio Lichtenstein, hasta el castillo medieval Stauferburg. Y quien desee viajar todavía más atrás en el pasado, en los museos de geología se pueden admirar hallazgos de tiempos primitivos de la humanidad.
En esta región se encuentra además el mayor manantial kárstico de Alemania después del Aachtopf: el lago Blautopf. Merece la pena visitar Blaubeuren para admirar este fenómeno cárstico tan famoso, de un precioso color azul turquesa.
Los Montes Suabos son sinónimo de tradiciones culinarias. Las especialidades de esta región son excepcionales, sobre todo el cordero, el búfalo, las lentejas y los caracoles de los Montes Suabos. Las termas, los hoteles-spa y los centros de Kneipp de los Montes Suabos le ayudarán a encontrar equilibrio para el cuerpo y el alma. Por ejemplo, en las termas de Bad Urach o Beuren.